En los últimos años, una actividad se ha destapado como una gran alternativa para el verano. No estamos refiriendo al kitesurf, una modalidad de gran aceptación en las zonas costeras españolas y de todo el mundo, sobre todo en aquellas que tienen una buena dosis de viento, imprescindible para su práctica.
Aunque muchos lo consideran como extremo, lo cierto es que es más apropiado catalogarlo como deporte para el verano. Consistirá básicamente en el deslizamiento sobre al agua con la ayuda de una tabla que será propulsada por una cometa unida a nuestro cuerpo gracias a un arnés.
El kitesurf, como modalidad deportiva, nació a finales de la década de 1970. Desde entonces ha ido creciendo en popularidad en todo el mundo, ya que es realmente accesible económicamente como en su aprendizaje. Además, existen diferentes escuelas especializadas que podrán guiarnos en los primeros pasos, con total seguridad los más difíciles.
Aunque, como decimos, estamos hablando de un deporte para el verano apto para todo tipo de personas, sí que es necesario disponer con ciertas dosis de fuerza, resistencia o coordinación. Las personas que sufran algún tipo de déficit respiratorio grave o problemas cardiovasculares, se deberán abstener de practicarlo, ya que es del todo habitual que durante la práctica aumenten la tensión arterial o el ritmo cardiaco.
El kitesurf tampoco estará recomendado para las personas que sufran problemas de carácter crónico en las articulaciones, sobre todo en los hombros o en las rodillas. Si sufres inconvenientes como la diabetes, o si no sabes nadar, tampoco deberías practicarlo, puesto que podría resultar peligroso.
Beneficios del kitesurf
La práctica de este deporte de verano nos otorgará ciertos beneficios, sobre todo físicos. Al ser un trabajo aeróbico, se producirá un aumento de nuestra capacidad pulmonar y nuestra resistencia, tanto del troco superior como del inferior. Además, se ha observado un gran fortalecimiento de la zona abdominal, pubis y abductores.
También es notable la mejoría de nuestra coordinación y nuestro equilibrio, aspectos básicos en la ejecución de movimientos, saltos y figuras en el aire. Sin olvidarnos que será posible que ganemos rapidez en ciertos aspectos como la toma de decisiones o resolver situaciones complicadas.
No podemos olvidarnos que durante la práctica del kitesurf, nuestro cuerpo experimentará una descarga de adrenalina, lo que nos ayudará a reducir los niveles de estrés que pudiéramos sufrir.
Por último, no podemos olvidarnos que este deporte fomentará el contacto con la naturaleza y el mar, aprendiendo a respetar y cuidar estos medios. Y, claro está, podremos “volar” aunque solo sean unos instantes.
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