Como cada 23 de abril, hoy se celebra el día del libro. Una fecha que las librerías aprovechan para ofrecernos descuentos y organizar encuentros con autores y las instituciones para recordarnos la importancia de hacer que los libros formen parte de nuestra vida. ¿Qué relación tienes tú con ellos? ¿Prefieres el formato digital o te mantienes fiel al papel? La verdad es que, según el último Informe de la Sociedad de la Información en España, uno de cada tres lectores prefiere el libro electrónico. De todas formas, la cuestión es leer y en esto los españoles y españolas no sacamos muy buena nota.
El último barómetro del CIS al respecto, de abril de 2015, arrojaba un dato preocupante: el 35% de los españoles reconoce que no lee. La tasa de hombres alérgicos a los libros es de un 37,9% mientras que la de las mujeres es de un 32,1%. El motivo fundamental aúna sinceridad y desaliento a partes iguales: el 42% de los encuestados reconoce que no lee porque no le gusta. Es decir, para un alto porcentaje de la población no se trata de falta de tiempo, del precio de los libros o de la oferta literaria que encuentran en las bibliotecas públicas, sino simplemente de que no quieren. Ante este panorama, en La Maleta de los Mundos queremos sumarnos a este día del libro haciendo un repaso por algunos de los consejos que siempre se repiten para fomentar el hábito lector entre la población en general y entre los niños y jóvenes en particular.
En el caso de las escuelas, puede ser una buena idea animar al alumnado a compartir sus libros favoritos con la clase. Es una forma también de que aprendan a compartir y de que, quien reciba el libro en préstamo, lo cuide. En el caso de los niños, cuando se detecta un rechazo hacia la lectura es importante comprobar que no haya un problema de base. Lo decimos porque en ocasiones presentan dificultades a la hora de leer o comprender lo que están leyendo y por eso reniegan de los libros. En otras palabras, el profesorado ha de asegurarse de que la comprensión lectora no sea el muro que se interpone entre los libros y parte de su alumnado. También es fundamental que los niños puedan elegir qué leer. Aunque puede haber lecturas obligatorias en los currículos escolares, siempre será buena idea atender a sus gustos e inquietudes a la hora de proponer las lecturas.

El profesorado ha de asegurarse de que la comprensión lectora no haga que los niños rechacen los libros.
Tanto en clase como en casa siempre es una buena idea dedicar un tiempo a dramatizar las lecturas, es decir, a leer en voz alta. De hecho, es lo que se hace el día del libro, este 23 de abril, con el Quijote de Miguel de Cervantes en varios puntos de nuestra geografía. Es importante que el hecho de leer no se convierta en una obligación sino que, desde que son pequeños, vean a los libros como una forma de aprender y de enriquecerse. Por descontado, no es buena idea obligar a alguien a terminar un libro que no le gusta.
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